viernes, 10 de junio de 2011

PROGRAMA CORAL UNIVERSITARIO, UN PEQUEÑO MUNDO UNIDO DENTRO DE LA UNAM



El programa coral universitario es un lugar en donde las personas que gustan de la música llegan a hacer vínculos muy fuertes, tanto que algunos han llegado al altar.
Un poco de  historia
A partir de 1997, la Dirección General de Música, bajo la dirección del maestro Raúl Herrera, decidió retomar la idea plasmada en los años sesenta, de formar coro universitarios, apoyó la formación de coros en las Escuelas y Facultades, con el propósito de ofrecer a la comunidad universitaria la oportunidad de vivir una experiencia musical, cultural y humana.
En sus inicios comenzaron siendo cinco coros, pero en la actualidad se cuenta ya con nueve, de diferentes Facultades de Estudios superiores (FES) y Facultades del campus central Ciudad Universitaria.
Con el paso de los años los coros se han ido sumando, logrando así dar un concierto de dos horas con tan sólo tres o cuatro canciones por coro.
Los primeros serán los últimos…

Existe un coro, el cual ha logrado sobrepasar al PCU, se trata del coral Ars Iovialis (Arte Juvenil), de la Facultad de Ingeniería. Se formó en septiembre de 1990. Este coro está formado principalmente por estudiantes de ingeniería, aunque incluye a estudiantes de otras facultades, como la mayoría de los conjuntos corales de la UNAM.
En el concierto del pasado diciembre, hizo gala de su veinteavo aniversario, por lo cual, para rememorar sus inicios, el director y fundador del Coro de Ingeniería, Oscar Herrera, evocó la canción de The Majesty and Glory of Your Name, de Thomas Eugene Fettke, la cual fue de las primeras que puso con su coral.
Además, decidió consentir a sus coristas, ya que muchos de ellos fueron o son fan de Harry Potter. La canción Double Trouble, que aparece en la tercera película, El Prisionero de Azkaban, se llevó los aplausos del público.
Una estudiante de Hogwarts, de la casa de Gryffindor, tomó el lugar de una corista, con túnica negro y vino, bufanda y barita en mano entonó la citada canción, misma que no aparece en el libro de J. K. Rowling, sino que fue una invención del director musical John Williams, el cual tomó el texto del libro Macbeth, de William Shakespeare, en el momento en que las brujas se encuentran frente al caldero.
Así ellos fueron quienes cerraron con la participación de los coros de manera individual, teniendo este privilegiado lugar a causa de su trayectoria y gran afinación, con la cual han logrado ser el coro que más sobresale del PCU. Es el único que tiene un repertorio tal que abarca todo tipo de música: clásica, popular, religiosa y profana, cantando obras originales de los grandes compositores o arregladas para coro.
Así, Ars Iovialis ha interpretado Carmina Burana los poemas de Baviera (con la Orquesta Philarmonia en 1992 y con la Orquesta Sinfónica Juvenil de la ENM en 1995), las Suites The Many Moods of Christmas (con la Orquesta Philarmonia), obras religiosas Bach, Mozart, Händel y Vivaldi, Canto Gregoriano, Polifonía, canciones tradicionales mexicanas y canciones de los Beatles.
Oscar Herrera, aprovechó el concierto para anunciar un concierto que tiene en puerta, en el Auditorio Nacional, recinto que en el cual son pocos los que tienen acceso, y sin embargo, él conoce tan bien, por los diferentes conciertos que ha ofrecido en conjunto con otros coros, tales como Pro Música y el coro Filarmónico de la UNAM.


Rotación
Muchos de los estudiantes de la UNAM han pasado de un coro a otro, en repetidas ocasiones por los horarios, por la temática manejada de cada director del coro o por los cambios de los mismos. Tal es el caso de Nathalie Escutia, ex corista de Fratelli (el coro de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales) y después de Ars Iovialis (Coro de la Facultad de Ingeniería).
“Resulta que a final de cada semestre se reúnen todos los coros universitarios y hacen un gran concierto general, entonces cada coro canta las mejores obras que puso durante todo el semestre.
“Yo pertenecía a este coro, Fratelli, y la verdad el uniforme era bastante sencillo y las piezas también. Me estaba durmiendo y casi para el final veo que entran los chavos del coro de Ingeniería que eran chicas con vestidos de noche y los chavos traían traje, todo muy elegante.
“Cuando se pusieron a cantar me quedé sorprendida, me despertaron. Pusieron obras muy complicadas con solistas, que después supe que no eran del coro, sino de la Escuela Nacional de Música. Era la misa de coronación de Mozart.”
Varios son los que opinan respecto a lo inestable que es el PCU, en términos de coristas, ya que estos puede ir y venir de un coro a otro cuantas veces quieran, siempre y cuando cumplan con la audición, los ensayos y el uniforme de cada uno.
A pesar de esto, el hecho de que los estudiantes se vayan de un coro a otro suele traer problemas, como le pasó a Douglas Tarnawiecki, ex director del coro de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Fratelli, sólo duró dos semestres.
“En mi primer semestre hubo una desbandada, parece que es una práctica que cuando entra un director nuevo toda la gente se va. Muchos se cambiaron a Arquitectura, donde entró Gabriel Franco, a lo mejor porque ya la conocían (…) está bien si no te gusta este coro te vas a otro, yo tengo estudiantes de Filosofía y Letras”
También, como se puedo apreciar, no son solamente son alumnos los que deciden cambiarse de un coro a otro, sino los mismos profesores suelen dejar los coros, como el ex director de Fratelli, Emiliano Gaviño, que duró cinco años al frente del coro, y sin embargo, decidió dejarlo:
El trabajo era muy agotador y aunque gratificante decidí dedicar más tiempo a la educación musical escolar e infantil. Doy clases en el instituto Asunción, ahí me dedico a dar clases a los niños de primaria alta. Además doy un taller de violín por medio del método Suzuki. Los estudiantes cambian de actividades, por lo que muchas veces aunque quieran seguir en algún coro no pueden, ya no les da tiempo y se van, lo cual tampoco es malo, mucha gente nueva llega y el coro se renueva”.
La renovación

Un coro que se encuentra en una situación similar a la de Fratelli es el Arquicoro (coro de la Facultad de Arquitectura) hace cuatro semestres, en el concierto de la sala Xochipilli de la Escuela Nacional de Música (ENM) se fueron dos directores, Emiliano Gaviño y Lucía de Lourdes García Salinas.
En su lugar entró Gabriela Franco quien se hizo merecedora a la beca que otorga The Dartington Summer School 2006 en el Reino Unido, en donde tomó clases magistrales con Evelyn Tubb, Susan Bickley ySthepen Varcou. Ella ya colaboraba con el PCU como asesora vocal.
En su primer semestre como directora del coro de Arquitectura intentó poner la canción de Seasons of love de Jonathan Larson, a pesar de grandes esfuerzos se trataba de una canción que exigía mucho de los coristas. La decisión de pulirla fue la adecuada ya que dos semestres después lució con la ayuda de demás instrumentos, voces afinadas y un solista seguro de sí mismo.

El recuerdo de los que se fueron para siempre
La intervención del coro de la FES Iztacala siempre trae buenos recuerdos ya que lleva por nombre “Coro Luis Merino Macías” en honor a su ex director, que falleció de un cáncer de estómago.
A pesar de haber tenido problemas por la repentina falta del director, el coro salió a flote gracias al apoyo de los coristas y del asesor vocal Luis Antonio Reynoso, quién tomó este puesto en lo que asignaban a un director definitivo.
Fue Cecilia González Ríos, quien tomó la batuta de este coro, con el cual interpretó Aleluya Pastorcitos, del cual, la ex directora del coro de Arquitectura fue la que hizo el arreglo.
El papel de la difusión y los objetivos del PCU
La difusión con la que cuenta el programa coral universitario es poca o nula, tanto que varios de los directores comentan que a la Universidad no le interesa.
Sin embargo Ana Patricia Carbajal, coordinadora de PCU comenta: Hemos mejorado pero siempre habrá algo más que se pueda hacer, los alumnos también nos proponen otras formas de difusión distintas a las habituales. Me parece que en este rubro nunca se termina de innovar pues siempre hay un nicho que se puede cubrir, la promoción de boca a boca es muy importante pero no hay que dejar del lado distintos medios: gaceta UNAM, radio UNAM, IMER, volantes, carteles o banners, mails a la comunidad universitaria, página web, etc.
Las opiniones son distintas, sin embargo, existe la constante de que hace falta el apoyo de la institución, a pesar de los esfuerzos hechos por los estudiantes “La difusión del PCU está en el esfuerzo que hagan sus propios participantes ya que la poca ayuda institucional generalmente es lograda por la iniciativa de sus miembros y no de las autoridades universitarias”. Comenta Emiliano Gaviño.
El PCU, no cuenta con unos objetivos escritos, pero la mayoría de los integrantes se imaginan los mismos, tales como la unión y el disfrute de la música. “Facilitar la participación de las personas de las diferentes facultades a formar parte de un coro. Pero también pueden entrar personas externas a la UNAM, aunque en su mayoría son los estudiantes.” Comenta una de las coristas de Fratelli.
Mientas que Ana Patricia Carbajal, dice que se trata de promover la música coral a través de la formación de coros, generar público y sobre todo generar comunidad.
El alumbramiento de un nuevo ser
Constantemente se está en el intento de crear nuevos coros, muestra de eso fue el semestre pasado con el coro de la facultad de Derecho. Su caso se logró gracias a su directora Gabriela Patricia Díaz Rodríguez.
Ana Patricia Carbajal comentó que en ese concierto estaban de gala, porque un nuevo coro se había formado. Así pasaron sus integrantes, seguidos de la directora e interpretaron una sola canción: Dormi, dormi o bel bambin, canción tradicional italiana. Se espera que en el próximo concierto se puedan incorporar con más canciones.
Gaudeamus Igitur
Durante todos los semestres, para cerrar con broche de oro todos los coros se juntan para cantar dos canciones, el Gaudeamus Igitur, himno de las universidades y alguna que elijan, se cambia cada semestre. Se le pide al público que se ponga de pie, en señal de respeto y las más de doscientas voces se unen para entonar el canto común.
No solamente se unen en ese momento las voces, sino que los vínculos creados por el PCU son muy fuertes. Con la ayuda de la música las amistades se van forjando, ya sea entre los integrantes de las carreras, facultad o facultades, ya que existe toda una mezcla en el estudiantado.
Se hacen convivios, antes del concierto final, en donde todos los integrantes tienen la oportunidad de conocerse e intercambiar puntos de vista musicales y personales. No es gratuito que las relaciones creadas dentro de los coros hayan llegado, en algunas ocasiones, hasta el altar.

martes, 31 de mayo de 2011

Lo que es “LeendooOou” no es lindo


“Tii HamOoOoU mee KeeriIIdo Geveevavoou!!!”. Hace unos días, en una actualización del Facebook, aunque no es la primera vez que veo escritos de esta forma, me saltó sobremanera pues  pensé en mi atraso generacional a mis escasos 22 años.
“iii lloOu a tEe mee karelyYy EmoOozZza!!!!!”. De esa forma respondió el amado-amador. Busqué en el  Diccionario Panhispánico de dudas si existía ya una forma de entender esta forma de escribir. El resultado no fue alentador: nada sobre el tema.
Tampoco estoy en el caso de no entender la generalidad del mensaje. Sé que  “Geveevavoou” trata de ser una especie de diminutivo para el nombre de Gerardo; y “karelyYy” es lo mismo para el nombre de Karla; relacioné esta forma de escribir con lo hecho por en los mensajes de texto enviados vía celular. Abreviar lo mayor posible las palabras empezó siendo una cuestión meramente monetaria.  Después pasó a algo que identifica y distingue. Actualmente la justificación del dinero pasó a segundo término.
Si piensan que de esa forma ahorran palabras, a mi parecer se contradicen un poco: en tal caso deberían omitir esos saludos o introducciones, pues, como menciona Roman Jackobson cuando describe las funciones del lenguaje, estas palabras cumplen una función fática, es decir, sirven para corroborar el canal ¿Por qué entonces no omitirlas?, si la comunicación no se da, entonces no habrá respuesta del otro.
Pero además de ello, en el ejemplo arriba descrito, existen palabras que no son reducidas a menos caracteres. Por ejemplo “Aloou”. Quienes saben de esta nueva forma de expresarse, entienden que es una forma (rara, la verdad) de decir: hola; en este caso la forma nueva de decirlo resulta más larga que la original. Por lo tanto, la justificación de hacerlo va más allá del simple dinero.
Aunque no es algo absoluto, me doy cuenta del desprecio que los estudiantes relacionados con el uso y estudio de la lengua, son quienes desdeñan esta forma de escribir. Al principio pensé que era por igual para los universitarios, pero estudiantes de Economía, Administración, Ingenieria, Arquitectura, etcétera, se han encargado de hacerme ver la realidad.
Por dar un ejemplo, Fabz Valdz (así aparece en su perfil) es estudiante de Economia en la UNAM y escribe así sobre su foto en la cual comentaron: “Otra vez...te guztan laz pataz kreO pOr ke te andaz ganandO 1naz de vdad.”, y su amigo, Ingeniero mecatrónico responde “lo uniko q dije esq c ven enormes tus ojos y q eso me gusta”. Y así puede haber miles de ejemplos.
El escribir de esta forma sí distingue el ser parte de una nueva generación, de entender y aceptar. Respeto a quienes desean escribir así. A final de cuentas sí se entiende la idea a expresar (leyéndolo constantemente se asimila). El problema se presenta cuando se empieza a escribir de esta forma en todos los textos.
Gabriel García Márquez, letrado de la lengua española ha propuesto desaparecer reglas ortográficas bajo el precepto de que “la lengua es de quien la trabaja”; José Saramago ha demostrado que se puede hacer textos tomando un criterio poco comune en cuanto a la ortografía (Saramago tiene capítulos sin ningún punto y seguido o parte).
La idea es buena, pues el arriesgarse también debe tener una acepción a algo bueno y no sólo a perder; sin embargo, y esto debe quedar muy claro a quién de alguna u otra forma decide innovar, las reglas están para romperlas, pero, ¿qué vas a romper, si no sabes siquiera de su existencia?

viernes, 27 de mayo de 2011

El periodismo: una maravillosa forma de vivir

Oscar Daniel balderas, periodista de Reforma con tan sólo 23 años de edad cuenta la experiencia de trabajar en un periódico donde gana bien y además está en la sección principal: Ciudad

Oscar Daniel Balderas Méndez, reportero de Reforma, viste desenfadado; unos jeans, camisa blanca sin corbata y tenis desgastados son su atuendo. De cuerpo espigado y rostro amable entra al salón, deja su lap top en la mesa y observa. Tiene más experiencia que cualquiera del octavo semestre de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y es, prácticamente, de la misma edad.



Egresado de la UVM, con experiencia en Milenio y dos años de trabajar en Reforma, cuenta sus experiencias: golpes, amenazas de muerte y corretizas son el pan de cada día, es como él “gasta la suela”. Pero nada de eso importa, el periodismo dice, “es una maravillosa forma de vivir, puedes cambiar realidades, no dejen que les digan que no”.


 
Un buen periodista no se puede dejar descubrir, mucho menos cuando trabajan de encubierto. Oscar, autor de un reportaje de peleas de perros hace denuncia ciudadana, con la cual trata de mejorar un poco la situación. “Para hacer trabajo encubierto es vital hacer un buen ejercicio de observación del entorno y los sujetos. Debes darte uno o dos días, mínimo, para saber comportarse como ellos, usar sus palabras, vestir como ellos e, incluso, conocer cómo establecen relaciones sociales para volverte su amigo. En el caso de las peleas de perros, estudié las palabras y frases que gritaban en los DVD´s de peleas caninas que compré en Tepito. Traté de adoptar su forma de caminar, sus movimientos, leí revistas sobre perros para poder dar mi opinión y, claro, me tomé un relajante para aguantar la brutalidad de la pelea. Al final, no me descubrieron”.


 



Pero un error, por mínimo que sea, le puede costar mucho, así recuerda el caso en el cual estaba investigando la venta de drogas en los antros, de modo que pasó de uno muy frio a otro lleno de gente, “el cambio de temperatura fue muy brusco, yo estaba por salir de vacaciones, las únicas vacaciones que iba a tomar en todo el año, y entonces mi acompañante se desabrochó un poco la camisa, a causa del calor. En ese momento quedó destapado el micrófono con el cuál estábamos grabando. Un golpe lo tumbó a él. Al voltear la cara para ver quién había sido una botella se estrelló en mi boca.  Pedazos de vidrio entraron mientras que a mí me sacaban del lugar a patadas. Mis vacaciones quedaron reducidas a días en el hospital”.


 
Las fuentes de información son vitales para los periodistas, para que la información sea verás es necesario tener un respaldo. Sin embargo, muchas veces tratan de comprar al periodista para recibir favores, lo cual no es ético, se debe proteger a la fuente y no caer en actos de impunidad. El reportero de Reforma relata el caso en el cual el delegado de la Benito Juárez trató de comprarlo, el costo: un automóvil nuevo. “Lo único que pude decir al llamar al periódico fue: Este hijo de la chingada trató de comprarme”. El gobierno te miente en todo.  No así otras personas en las cuales es conveniente confiar, porque si él debe favores, son más los que le deben y eso lo tiene tranquilo.

A él lo que más le interesa de su trabajo es la gente “entre las cosas más impresionantes que he reporteado en el tema de drogas fueron los "piqueros" en la Delegación Venustiano Carranza. Éstos son lugares casi clandestinos, alejados del paso de la gente, donde las personas que viven en la calle se drogan con heroína inyectada. Como te imaginarás, las agujas son intercambiadas entre ellos, por lo que hay un altísimo riesgo de contraer VIH. Y lo que más me interesó fue que muchos de estos adictos ―en su mayoría jóvenes― ya no tienen venas "buenas" para inyectarse, por lo que los brazos y piernas han dejado de ser opción para ellos. En una ocasión, observé como un chavo de no más de 14 años se masturbaba frenéticamente en un piquero para conseguir una erección y poder inyectarse la droga en el pene”.


 
Un trabajo como este exige mucho, al menos doce horas diarias, algunas hasta dieciséis. Pero desmintió el hecho de que a los periodistas les paguen poco. Eso queda a la vista, a pesar de no ser ostentoso, Oscar Balderas cuenta con una lap top que llevó para enseñar un video de su más reciente trabajo Los golpeadores, y una Blackberry para estar siempre al pendiente de Twitter, ya que esa también es una fuente de información. Además, dice acerca de su vida personal: “Como cualquier trabajo, apasionarte tiene sus consecuencias en la vida personal. Yo las he afrontado, desde mi punto de vista, bien: aunque trabajo más de 12 horas diarias, procuro hacer espacio en mí reporteo de calle para ir a comer con un amigo, cenar con mi familia o ir al cine, aunque sea solo, para ver esa película que quiero. A veces tu vida social se transforma en frases como "Yo los alcanzo ahí" o "Les llamo cuando salga del trabajo y a ver por dónde están", pero afortunadamente tengo buenos amigos que no se enojan por esas cosas. Me esperan o ya saben que siempre soy el último en llegar (y el último en salir de la fiesta, claro). Mi vida familiar es buena y mi vida en pareja también: a veces vienen los reclamos sobre la falta de tiempo en casa, pero esas cosas siempre se pueden resolver con una buena plática, una rica cena o en mis días de descanso dedicar mi tiempo a la gente que amo y a mí mismo”.

 

viernes, 20 de mayo de 2011

No lo entiendas


Todo indicaba que los jueves no eran un día normal, al menos no para el Museo Universitario de Arte Moderno (MUAC). Abrían más tarde, al medio día. Afuera, entretenía a mi estómago con una torta de huevo con frijoles, aún faltaban veinte minutos para poder entrar.
Para entrar tuve que pagar una cuota, a cambio: una estampa que guardé en mi bolsillo. Una vez que me deshice de mi mochila estaba lista para ver, por vez primera, el interior del MUAC. El lugar estaba frío y lamenté haber dejado mi suéter en paquetería. Las persianas cerradas daban una apariencia cavernosa.
Los encargados de seguridad del museo parecían obras de arte, inmóviles, siempre el mismo semblante de aburrición y mirada extraviada, silenciosos.
Las luces de neón me dieron la bienvenida, yo no comprendí. Un mapa donde el mundo quedó plasmado estaba colgando de una pared, las banderas tomaban la forma de cada país, nada relevante, eso ya lo había visto antes.
La expectación fue transformándose, pero no sabría explicar en qué, ¿asombro, decepción? Una vela de parafina, encendida sobre una placa de metal era arte, la niñez me alcanzó y no me resistí a soplarle. Demasiado lejos.
Una manguera, puesta en triangulo estaba ahí, sin más. Unos extranjeros parecían comprender más que yo, y peor aún, yo ni siquiera entendía lo que ellos decían, las desventajas de la diversidad de idiomas, por no decir de mi ignorancia.
El recorrido seguía y la confusión aumentaba. De pronto en el piso, un cuadro hecho de hojas del periódico La Jornada.
― ¿Esto es Arte?­
―No creo
―Mira aquí dice algo: Tautología
La palabra se quedó registrada en mi cabeza, cuando una de esas obras de arte tomó vida y me sacó de mi ensimismamiento, una señora de seguridad:
―Eso es el arte contemporáneo, no es como las demás galerías  ―y señaló una “tubería” que también era arte.
Por fin parecía que iba a encontrar algo, unas telas colgadas en la pared, misteriosas, parecían ocultar algo, pedí porque en la explicación no dijera “sin título”; la decepción llegó “tres formas de acomodar  las sábanas”.
Reír o llorar, he ahí el dilema, reír fue la mejor opción e ideé una pequeña historia donde la primera representaba la cama tendida, la segunda una pareja enojada (la sábana se encontraba justo en medio de la cama) y la tercera la reconciliación (las sábanas completamente revueltas).
― ¿Tienes la calcomanía que te dieron en la entrada?
―Sí
―Te la tienes que poner porque ese es tu boleto. ―Me la puse, y pensé que este era el boleto más extraño que me hayan dado. Continué.
Lechugas aplastadas, estructuras para hablar de pie, más periódico y un increíble gasto de gas siguieron siendo mi panorama. Cuando de pronto parecía que entraba a la dimensión desconocida. Micrófonos colgando del techo, ruidos extraños y repetitivos, luz tenue.
Una nueva sala. Un proyector sin reflejar nada y varias mesas de madera hechas para que nadie las use. Me dirigí al cañon, mi ingenio pareció estar de buenas y puse mi inseparable libreta enfrente, la palabra “visible” se hizo visible, valga de redundancia. Corrí a los micrófonos, mi voz se amplió y resonó en repetidas ocasiones.
El recorrido siguió, un hielo, con la simulación de sangre cayendo.
―Quiero tocarlo. ―Dijo una compañera del grupo y así sin más lo tocó. A su dedo no le pasó nada, le restó importancia a la obra de arte.
Un escape, un espacio abierto, con sillas al aire libre, entré, de pronto me pregunté si no sería esto parte  de la exposición, así, rodeada de cristales, la gente pasaba y me observaba, yo me convertí, por un momento, en parte de la exposición. Salí de inmediato decidida a terminar el recorrido.
Nada que me pareciera arte, salvo la cafetería La nube siete. En el piso elevado y transparente se podían apreciar rocas. El hecho de que los meseros estuvieran mejor vestidos que yo me llevó a no entrar, tal vez en otra ocasión, cuando dentro de mi cartera haya más de lo necesario para el pasaje de regreso a casa.
Lo último fue la tienda de souvenirs, el costo de los artículos, en apariencia simples, era enorme. No compré nada y recogí mi mochila para salir de una vez. 
Pedí mis pertenencias, me arranqué mi boleto y busqué en donde pegarlo, mi libreta era la mejor opción, en ese momento me detuve a leerlo y todo tomó sentido: El arte no es para entenderse, es para vivirlo. Lo había logrado, no entendí nada pero sí lo viví.